Isabel Pantoja está a un paso de volver a prisión. Acusada de cuatro delitos penales (estafa, apropiación indebida, insolvencia punible y alzamiento de bienes), la tonadillera tiene antecedentes y la Fiscalía reclama tres años entre rejas para ella.
Al parecer, Isabel Pantoja debía haberse hecho cargo de una deuda con una empresa constructora pero hizo un chanchullo con una segunda empresa para pagar una cantidad menor. Fue a través de Agustín Pantoja, como apoderado suyo mientras estaba en la cárcel, pero la Fiscalía cree que la cantante estaba detrás.
«La Fiscalía de Marbella solicita para la cantante tres años de prisión más una multa de 18 meses con una cuota de 20 euros diarios, más la inhabilitación en sufragio pasivo. Son acusados la cantante en calidad de cooperadora necesaria y la constructora Codabe que es la autora del delito. El delito por el que se les acusa a ambos es la insolvencia punible», ha contado una periodista.
«Teníamos la duda de si Isabel Pantoja conocía o no que esta deuda existía. La fiscal dice que los acusados ‘se concertaron para beneficiarse mutuamente en perjuicio de los derechos de crédito de Hormofer, de los que tenían perfecto conocimiento'», añadió la periodista. «Se llega a un acuerdo extrajudicial con Codabe y en lugar de pagar los 114.000 euros que se debían a Hormofer se hace una quita importante, se reduce la deuda a 62.000 y finalmente el perjudicado es el acreedor real», ha desvelado.
Antecedentes
Paloma García-Pelayo ya explicó el caso hace varias semanas en ‘El programa de Ana Rosa’: «Los hechos se remontan a una deuda que ella contrae, concretamente su sociedad, con unas obras de reforma en el restaurante, en la parte de la discoteca de Cantora, en Fuengirola, y que no paga. La empresa constructora, Codabe, la demanda, gana la demanda y la condenan a pagar 92.000 euros. Como Isabel Pantoja no paga en ese momento se embarga esa cantidad en la finca Cantora», contó la periodista.
«Esta empresa a su vez tiene una deuda con otra empresa constructora, un segundo deudor. El litigio entre estas empresas se resuelve con lo que vulgarmente se dice ‘comprar la deuda’. Es decir, embargo sobre embargo. El deudor de Isabel Pantoja le vende el derecho de cobro a la segunda empresa. Agustín Pantoja vende en 2015 la casa de Marbella y cuando se vende lógicamente hay que saldar todas las deudas. Cuando se saldan las deudas, se paga al primer deudor, no al segundo. Este segundo deudor presenta una denuncia penal tanto contra la constructora como contra Isabel Pantoja», reveló.
La cuestión ahora es determinar si Isabel Pantoja es la responsable de lo ocurrido o no, ya que ella recurrió su imputación alegando haber pagado la deuda. Pero la justicia no ha admitido a trámite las alegaciones de la tonadillera y el caso sigue adelante.
De este modo, más pronto que tarde habrá solución a este litigio e Isabel Pantoja no duerme tranquila porque sabe que, en caso de ser declarada culpable, perderá de inmediato su libertad.