El obispo emérito de Ciudad Real, Antonio Algora, ha fallecido este jueves, 15 de octubre, fiesta de santa Teresa de Jesús, con 80 años de edad, de un fallo multiorgánico.
Según ha informado la Diócesis en un comunicado, Algora ha fallecido en torno a las 16.00 horas. Durante 13 años fue obispo de la Diócesis de Ciudad Real y desde 2016, obispo emérito.
Algora ingresó en el Hospital de La Paz de Madrid el pasado 20 de septiembre, con diagnóstico de neumonía bilateral provocada por la COVID-19. Durante los veinticinco días en los que ha estado ingresado, sin salir de la gravedad, ha tenido momentos que animaban a la esperanza en su recuperación, aunque pudiese ser un proceso lento.
En los últimos días había dado signos de recuperación porque la infección había remitido, la presión arterial se le había estabilizado y cada vez aguantaba más la respiración de manera autónoma. Sin embargo, este jueves el equipo médico ha informado del fallo multiorgánico que ha derivado en su muerte.
«Le encomendamos especialmente a la Virgen María, a la que tanta devoción y cariño ha mostrado a lo largo de su vida. Rogamos oraciones por su eterno descanso a todo el pueblo de Dios, laicos, monasterios y casas religiosas, consagradas y consagrados, sacerdotes y parroquias. El Señor, que es buen pagador, le premie con misericordia», ha indicado la Diócesis en su comunicado.