El hombre que este miércoles supuestamente mató a su expareja en la localidad guipuzcoana de Orio y después se suicidó, utilizó una escopeta manipulada de su propiedad para dispararla a bocajarro.
Los testimonios recogidos por la Ertzaintza indican que ambos habían tenido una relación afectiva en el pasado y que habían quedado “expresamente ayer”, según ha explicado el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que ha comparecido en rueda de prensa para dar detalles de este suceso que ha lamentado y condenado.
El hombre, según las primeras investigaciones, utilizó un arma de su propiedad que había heredado de su padre y que estaba manipulada ya que tenía el cañón recortado, y con ella disparó a bocajarro contra la mujer y después de disparó a sí mismo, ha añadido.