El Gobierno valenciano da una vuelta de tuerca más a las restricciones para frenar el imparable avance de la pandemia. Cerrará todos los locales de hostelería en esta comunidad, limitará los horarios de los comercios no esenciales hasta las 18.00 horas y clausura las instalaciones deportivas no profesionales.
Estas medidas, adoptadas en la reunión de la Mesa Interdepartamental frente a la Covid-19, entrarán en vigor este jueves 21 enero desde las 0.00 horas y estarán vigentes al menos 14 días ante la actual escalada de contagios, hospitalizaciones y muertes que la tercera ola está causando en la Comunitat Valenciana y que mantiene en una situación límite al sistema sanitario.
La reunión de este órgano de coordinación, en el que participan varias conselleries del Ejecutivo de coalición conformado por PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem, se convocó a última hora de ayer lunes, tras conocerse el nuevo récord de positivos, ingresos hospitalarios y fallecimientos por la tercera ola del virus, que desde principios de enero golpea con dureza las tres provincias valencianas.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, han comparecido tras la reunión para detallar las nuevas medidas. Puig ha anunciado el inminente cierre de toda la hostelería de la Comunitat Valenciana. Solo se podrán servir comidas para llevar, en el local o mediante reparto a domicilio. Las cafeterías y restaurantes de hoteles seguirán abiertos solo para sus clientes.
Además, se decretará el cierre del comercio no esencial a las 18.00 horas, salvo alimentación y farmacias, así como de de instalaciones deportivas, salvo para competiciones profesionales y estatales.
Por otro lado, este miércoles decaen los 29 cierres perimetrales de municipios, que no han logrado hacer descender en su conjunto los contagios. La Generalitat solicitará en el Consejo Interterritorial de Salud al Gobierno que permita avanzar el toque de queda a las 20.00 horas y, si así es, adoptará ese horario para restringir la circulación por las calles. El perimetraje autonómico o el máximo de seis personas en las reuniones siguen de momento vigentes hasta el 31 de enero, ha indicado Puig.
El jefe del Consell, que ha afirmado que vienen «semanas terribles», ha afirmado que los días de Navidad «han provocado una intensificación de la pandemia y obviamente no podemos seguir así . Hemos de cortar de manera drástica los contactos sociales, desde la corresponsabilidad».
Puig ha lamentado el «gran impacto» que tendrán estas medidas en la vida de miles de personas y ha dicho que las adoptan «con dolor, con preocupación por sus efectos y dispuestos a compensar» a los sectores más afectados. «Hemos intentado evitarlas, pero el estrés hospitalario y la curva de contagios nos obligan a hacerlo. No hay un recetario infalible y lo hemos visto. Si lo hubiera, lo habríamos seguido al detalle. El virus se comporta a veces de formas muy difíciles de explicar, lo hemos visto en otros países con medidas que no han funcionado y han tenido un gran impacto social», ha añadido en referencia a Irlanda, Reino Unido y Portugal.
Sobre el posible confinamiento domiciliario, es «una medida extrema que solo puede ser decretada por el Gobierno de España. Comporta graves efectos secundarios y problemas de salud física y mental, además de desigualdad», ha explicado el presidente valenciano. «Más allá de la incidencia del virus, no estamos en la situación de marzo (en la hospitalaria estamos peor), pero la ciudadanía no tenía mascarillas. Ahora, si cumplimos las medidas, y el riesgo no es el mismo», ha añadido Puig.
«Hemos de ser capaces de autoconfinarnos cuando haga falta»
Puig ha hecho un llamamiento casi dramático a los valencianos ante la situación sanitaria. «Hemos de superar esta tercera ola. Solo les pido por favor prudencia total, les pido de todo corazón que seamos conscientes de lo que nos jugamos, hemos de ser capaces de autoconfinarnos cuando haga falta, ante la incertidumbre adoptar la posición más prudentes. Si ahora se cierran los bares, no sería prudente hacerlo en las casas de cada uno», ha sostenido.
El presidente de la Generalitat ha aludido a la «esperanza de la vacuna», pero al mismo tiempo ha alertado de que quedan por delante «meses decisivos y semanas terribles», por lo que ha pedido a la población una «actitud más firme que nunca, estemos lo más aislados posibles y tengamos las menos relaciones posibles».
Plan de ayudas
El jefe del Ejecutivo valenciano había sido reacio a adoptar el cierre de la hostelería hace semanas por su impacto económico, y solo ante el empeoramiento de los índices epidemiológicos a partir de año nuevo se fueron adoptando medidas graduales.
De hecho, en la actualidad, debido a las medidas que entraron en vigor el 7 de enero, los bares y restaurantes pueden abrir hasta las 17.00 horas de la tarde. Además, tanto Compromís como Unides Podem, socios de gobierno, vienen reclamando incluso confinamientos domiciliarios para frenar el avance de la pandemia.
Este lunes, Puig presentó un plan de choque de 340 millones de euros para evitar la pérdida de empleos y el cierre de empresas en los sectores más afectados por las restricciones, entre ellos el turismo, el ocio y la restauración.