La Barceloneta, la imagen de lo que no había que hacer en San Juan: aglomeraciones sin mascarillas ni distancia

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Barcelona ha sido de las pocas ciudades españolas que ha mantenido abiertas sus playas abiertas durante la noche de San Juan, la segunda que España vive en pandemia. La gente estaba eufórica por celebrar San Juan y de poco han servido las normas que se pusieron para evitar las imágenes que finalmente sí se han producido: aglomeraciones de personas sin mascarilla, sin guardar la distancia de seguridad y sin cumplir el resto de restricciones frente a la COVID-19.

Se pusieron vallas para limitar el acceso a la playa por dos puntos, se prohibió entrar con altavoces o con bebidas alcohólicas. La intención era que fuese una celebración controlada por las circunstancias sanitarias, sin embargo de poco sirvieron estas normas. La Barceloneta estaba abarrotada y la mayoría de esas personas no llevaban mascarilla frente al Sars-Cov-2 ni guardaba la distancia de seguridad.

No se han respetado las normas y esto ha provocado el enfado de los hosteleros que denuncian que la playa estaba llena de personas incumpliendo las normas mientras ellos han soportado un año de duras restricciones. Se han visto minitaxis que tampoco podían circular en esa jornada. La presencia policial parece que no ha sido suficiente.

La noche ha transcurrido sin incidentes en otras ciudades

La imagen ha sido muy distinta en otros lugares, por ejemplo la Policía recorría la playas vacías en Málaga. En Galicia los arenales se cerraron desde las 21:00 horas poniendo vallas para impedir el acceso igual que en Valencia donde desde primera hora los agentes desalojaron las playas.