“Esta plataforma, con 100 metros de altura y pesa 1.000 toneladas, tiene un tamaño para hacer frente a las olas más grandes del mundo”, recalca el investigador de 74 años.
Etienne es el primer hombre en llegar solo al Polo Norte, en 1986.
Así es el Polar Pod, el laboratorio que investigará en la Antártida
Una de las características principales es que esta plataforma no tendrá motor, sino que irá a la deriva alrededor del Círculo Polar Antártico. Las bases se llenarán de agua, con un lastre de fondo de hormigón de mil toneladas, que la hará permanecer a una profundidad de 80 metros.
El Polar Pod estará equipado con velas y una hélice transversal ubicados a 10 metros por debajo de la línea de flotación. Se abastecerá de energía con turbinas eólicas instaladas 15 metros por encima del agua.
Para la investigación, utilizará micrófonos submarinos llamados hidrófonos. Con ellos registrará ondas sonoras emitidas por diferentes criaturas marinas.
Su capacidad es para ocho marineros y científicos.
“Esta expedición digna de Julio Verne”, señala la página web de Etienne, “animará en tiempo real un gran proyecto educativo internacional sobre las Ciencias de la Vida de la Tierra y el Medio Ambiente en colaboración con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Los jóvenes necesitan sueños, modelos de audacia, compromisos de incentivos, para creer en sus ambiciones”.
No es la primera embarcación que cuenta con esta forma vertical: el Polar Pod se inspira en un barco de la Armada de Estados Unidos, la Plataforma de Instrumentos Flotantes (FLIP, por sus siglas en inglés), lanzada en 1962.
Las características del océano Antártico
El objetivo que tendrá el Polar Pod es el del estudio de la biodiversidad climática y la contaminación en la zona del Antártico.
Este océano cuenta con una profundidad de entre 4 mil y 5 mil metros, con pocas zonas estrechas de aguas poco profundas. La mayor parte de su fondo posee depósitos de origen glacial.
Con grandes poblaciones de krill y peces variados, se sospecha la presencia de yacimientos petrolíferos y gas natural en sus proximidades.
Para los científicos, su estudio es clave pues la Antártida se encuentra bajo influencia del agujero de ozono, que permite a los rayos ultravioletas el paso a través de la atmósfera terrestre. Como forma de protección de las especies, se prohíbe la pesca comercial de las ballenas en sus cercanías.